miércoles, 11 de noviembre de 2015

Almacenamiento de explosivos

Almacenamiento de explosivos

              Para realizar cualquier actividad que requiera explosivos, se deben contemplar instalaciones adecuadas para su almacenamiento seguro y apropiado, así como también de las materias primas que son necesarias para su obtención. Nos referimos especialmente al nitrato de amonio, el que se debe almacenar en canchas, sacos y/o silos. Estas instalaciones son las llamadas polvorines.

                   Tanto la construcción como el funcionamiento de los polvorines se rigen por la Ley 17.798 del Ministerio de Defensa y el Decreto 72 de Seguridad Minera.
                 Asimismo, las personas que trabajan con polvorines deben estar autorizadas por el organismo correspondiente, en este caso la Dirección General de Movilización Nacional, dependiente del Ministerio de Defensa.

Características del polvorín (las más importantes)

                   Todo almacén o recinto destinado a almacenar explosivos debe permanecer cerrado y vigilado por personal idóneo, previamente autorizado y capacitado para tal propósito.


Los depósitos deben tener instrumentos para medir temperatura (termómetro) y humedad (higrómetro). El polvorinero debe registrar las lecturas de los instrumentos una vez por día en un libro exclusivo para este propósito.
En el polvorín debe existir un libro autorizado por Sernageomin en el que se deben registrar todas las entradas y salidas de productos explosivos, indicando antecedentes tales como fechas (entrada y salida) y tipo de producto. Este libro debe ser administrado por la persona responsable del polvorín, comúnmente llamado polvorinero.


Tipos de polvorines

Los polvorines se clasifican de acuerdo con su ubicación como se muestra en el siguiente esquema:


De superficie 
Los polvorines de superficie están construidos a nivel del terreno.
Subterráneos
Los polvorines subterráneos están construidos en galerías o túneles que tienen comunicación con otras galerías dentro de la mina. En general, se destinan al almacenamiento temporal de explosivos.
Enterrados
Los polvorines enterrados son aquellos que se instalan en socavones o galerías sin comunicación con otras labores subterráneas en actividad. También pueden estar construidos en una bóveda recubierta de tierra suelta, con una techumbre adecuadamente resistente para soportarla.
Móviles
Los polvorines móviles están instalados sobre equipos de transporte, que se desplazan conforme el avance de las faenas. Su construcción debe ser totalmente cerrada e incombustible, recubierta interiormente con material no ferroso y con puertas metálicas de acceso.

 

Almacenamiento
Almacenamiento de explosivos en el polvorín
Los envases con explosivos se colocan en pilas de no más de diez cajas de altura, cuidando de que no se deformen. Si se deforman las cajas de cartón ubicadas en la parte inferior, deben apilarse en cantidades menores.
 Entre las pilas debe dejarse un metro de distancia para permitir el fácil desplazamiento. Las pilas contiguas a los muros de polvorín deben estar separadas de las paredes adyacentes por una distancia que varía entre 0,8 y 2 metros.
Almacenamiento de otros elementos
No guardar ropa, útiles de trabajo o cualquier otro elemento extraño dentro del polvorín.
No almacenar detonadores y explosivos en un mismo polvorín.
No mantener ni emplear tubos de oxígeno, hidrógeno, acetileno, gas licuado o cualquier otro elemento capaz de producir explosión en los alrededores de los polvorines.
No mantener almacenados explosivos cuyos envases presenten manchas aceitosas o escurrimientos de líquidos u otros signos evidentes de descomposición. En caso de detectar esta situación, los productos deben separarse inmediatamente para su eliminación.
No se deben utilizar combustibles o líquidos inflamables para el aseo de los almacenes. Para la limpieza es recomendable lavar pisos y paredes con una solución compuesta de:
  • - 1,4 L agua destilada
    - 4,2 L alcohol desnaturalizado
    - 0,2 L acetona.
En caso de incendio
Declarado: Si se ha declarado un incendio en el interior del almacén o polvorín, se debe dar la alarma para que toda persona que se encuentre en los alrededores se aleje hasta un lugar protegido, y se avisa al jefe de turno de la mina. Jamás se debe tratar de combatirlo. 
Amago: Ante un amago de incendio se deben utilizar los extintores ubicados en el exterior del polvorín. La combustión de nitrato de amonio sólo se apaga por enfriamiento. Para ello se utilizan extintores de polvo químico, espuma, anhídrido carbónico o agua, según sean amagos de fuego clase A, B o C.
Administración
Libro de existencias: El polvorinero debe llevar un "Libro de existencias", el que debe estar registrado ante la Autoridad fiscalizadora correspondiente. En él se anota con claridad la recepción, entrega y devolución de explosivos para las faenas.
Acceso al polvorín: El ingreso al polvorín debe hacerlo un mínimo de dos y un máximo de cinco personas simultáneamente.
Sólo pueden entrar a estos almacenes quienes tengan un permiso especial, otorgado por la administración de la faena.
No ingresar con zapatos y ropas que no correspondan al calzado y vestuario de seguridad.
No se debe ingresar al polvorín con herramientas que no sean las propias del trabajo que se vaya a realizar. Estas deben ser de metales no ferrosos (bronce, cobre, etc.), para que no se produzcan chispas.
No se debe ingresar a los almacenes con fósforos, encendedores u otros artefactos capaces de producir llamas. 
No se pueden usar calefactores en el interior del polvorín.
No se puede fumar dentro del polvorín.

Interior de un polvorín con productos explosivos
Manejo de explosivos dentro del polvorín: No abrir dentro del polvorín los cajones que contengan explosivos.
No transportar explosivos sueltos en los bolsillos o en las manos. Esta prohibición debe considerarse en forma especial cuando se trata de detonadores.
Si los cartuchos se encuentran congelados, no descongelarlos exponiéndolos a la acción directa del fuego.
No se pueden vender o regalar los envases de explosivos, cajas, cartones, papeles usados como envases o envoltorios de explosivos. Estos últimos deben ser destruidos por el fuego en un lugar apartado de los polvorines.
Entrega de explosivos: Al entregar explosivos para operaciones de tronadura, tienen prioridad los que llevan más tiempo almacenados. Por tal motivo, siempre se debe tener a primera vista los embalajes o cajas de explosivos que indican la fecha de fabricación.
Sólo pueden manipular explosivos los manipuladores de explosivos, quienes cuentan con una licencia vigente otorgada por la Autoridad fiscalizadora.
Se debe llevar a los frentes de trabajo sólo la cantidad de explosivos, detonadores y guías necesaria para el disparo.
Los explosivos se entregan en su envoltura original antes de ser cargados dentro del barreno.
No se debe proporcionar dinamita congelada o exudada. Los cartuchos con estas características se entregan inmediatamente al supervisor, quien designa un trabajador especializado para su destrucción, conforme al artículo Nº 74 del Reglamento de Seguridad Minera, letra d ("Devolución de explosivos no utilizados y eliminación de explosivos deteriorados").
Destrucción de explosivos: Los explosivos deteriorados o que se hayan dañado al punto de hacer que su uso sea inconveniente, según una constatación por inspección visual, deben destruirse.
Los detonadores o accesorios de tronadura que pierdan la identificación del retardo por cualquier motivo deben ser destruidos o usados en cachorros, sin que influyan en la secuencia de salida, previa autorización del supervisor. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario